S hemos de buscar las primeras manifestaciones expresadas en el hierro, por el hombre, nos tenemos que acercar a los siglos VIII y VII antes de la era cristiana; ya en esa época existía una escuela con sus características definidas e importantes, lo que hace suponer, quizá, una evolución previa sin duda alguna, de varios siglos. En los comienzos se utilizó el hierro, naturalmente, para la fabricación de armas, vale decir: espadas, flechas, lanzas y omphalos, primera industria del hombre primitivo y bocados de caballos, hachas, martillos, etc. Barcelona en el siglo XII tenía ya constituidos gremios de herreros de gran importancia; luego Valencia, en el siglo XIII, y posteriormente en París, constitúyense en el siglo XV.