En los últimos años, se ha generado una demanda creciente de conocimiento y desarrollo de tecnologías alternativas de producción, acordes a la realidad y necesidades de los productores familiares y, a su vez, más amigables con el ambiente. Estas alternativas permiten avanzar en la resolución de los problemas de plagas, malezas y enfermedades, a partir de implementar estrategias de “control biológico por conservación” que consiste en el manejo de la agrobiodiversidad y del hábitat. Se basa en la manipulación del ambiente y restauración de comunidades biológicas, en función de otorgar mayor capacidad a los sistemas productivos de proteger y aumentar la abundancia, diversidad y efectividad de los organismos benéficos autóctonos, llamados enemigos naturales de organismos considerados plagas.