En la estela de las ciencias sociales y humanas, suelen aparecer nuevas configuraciones que a menudo se hacen llamar “disciplinas”, centradas en un objeto que a sus ojos ha sido insuficientemente estudiado hasta ahora. Dichas disciplinas autoproclamadas se proponen elevar su objeto al estatus de temática científica, con lo que ello implica: corpus teórico y experimental específico, despliegue de capacitaciones y carreras profesionales, publicaciones especializadas, tomas de posición en el seno de mercados simbólicos y económicos.