A lo largo de su historia, América Latina conoce de operaciones de inteligencia desplegadas en los Estados nación a partir de los intereses económicos de las grandes corporaciones. Desde finales de la década de 1950 y hasta entrada la de 1960, las principales potencias del mundo y sus fuerzas militarizadas imponen el curso de los mercados que les son favorables para hacer del neoliberalismo un modus operandi de las sociedades subalternas. Y si estas manifiestan propuestas políticas, económicas y sociales diferentes a sus intereses, aquellas no vacilan en detonarlas con métodos que se llevan puesto el Estado de derecho y la transparencia institucional necesarios en cualquier sistema democrático.