Durante el filo de los años 1996/97 se estrenó en el Festival de Mar del Plata Pizza, birra, faso, un film argentino dirigido por Bruno Stagnaro y Adrián Caetano que renovó sustancialmente el panorama estético, cultural y cinematográfico. Es verdad que una generación irrumpía a través de varios factores concurrentes, tales como tener aproximadamente veinticinco años y ser, muchos de sus integrantes, emergentes profesionales de las instituciones formativas de nivel universitario y terciario que recuperaron la idea de una educación audiovisual como proceso de integración a la creación en el terreno de las artes que trabajan con la imagen tiempo y la imagen movimiento.