La virtualización forzosa de la educación, de la que todavía tendremos necesidad en alguna medida, está causando, entre otros efectos, una sobrecarga de trabajo para todas las personas involucradas en este proceso: personal directivo, docente y auxiliar, estudiantes, familias. De hecho, esta nueva modalidad invade prácticamente todas las horas del día, todos los días de la semana, de muchas personas. En este tema del mes nos proponemos continuar explorando cómo podemos organizar nuestro trabajo más eficientemente para evitar una larga serie de inconvenientes y, en consecuencia, lograr mejores resultados que estén, además, acompañados por horarios de descanso de la virtualidad en la medida de lo posible. Comunicarse más eficientemente y con más orden es una de las claves para lograr esto.