En el ámbito de competencia mundial que vivimos hoy, el bienestar económico y social de toda sociedad depende fundamentalmente de su capacidad para desarrollar y usar apropiadamente el conocimiento científico tecnológico. En este contexto, el reconocimiento del valor estratégico de los activos intangibles, como los derivados de los conocimientos nuevos y la propiedad intelectual, a provisto un escenario adecuado para generar vínculos estrechos entre las instituciones que generan conocimiento científico y tecnológico, como las Universidades e Institutos de Investigación, y las empresas como usuarias finales de ese conocimiento. Es de remarcar que las Universidades consideradas los ámbitos de generación del Conocimiento por excelencia, cumplen un rol fundamental en el sistema de innovación no sólo por su capacidad de generar desarrollos tecnológicamente aprovechables sino por la formación de recursos humanos especializados y la generación de conocimientos en general.