Producción audiovisual que simula la interfaz de una plataforma virtual de videollamadas, partida en cuatro ventanas por las que se ven, sucesivamente, imágenes de calles en ciudades vacías. Se ingresa por las ventanas de las casas a los interiores habitados por personas solas, absorbidas por distintos dispositivos electrónicos y representadas metafóricamente con un vestuario negro y una máscara blanca neutra que les cubre el rostro. Al final, se quitan las máscaras para revelar su identidad.