Durante el período de 1930 a 1946 se desarrollaron, paulatinamente, grandes cambios sociales, políticos y económicos tanto en Argentina como en el mundo.
Las alteraciones que se estaban produciendo en el orden internacional, tenían que ver con una modificación del poder hegemónico, ya que Gran Bretaña era un imperio económico y político que venía agonizando desde fines del siglo xix y que, como producto de la Segunda Guerra Mundial, fue reemplazado definitivamente por Estados Unidos como país hegemónico.
Nuestro país se convirtió en un escenario importante donde estas dos grandes potencias definían sus relaciones de poder; y nuestras clases dirigentes quedaron inmersas en esa lucha por la hegemonía, donde en varias ocasiones tuvieron que tomar decisiones que acercaban o alejaban a Argentina de Londres y Washington, generando tensiones en esas relaciones triangulares.
Este contexto hace que podamos estudiar a este período como una unidad de análisis ya que se produce una encadenación lógica entre los sucesos externos y el accionar de nuestras clases dirigentes. Éstas se van a mover de acuerdo a sus intereses económicos y no tanto por su creencia ideológica, que sí va a tener un papel más importante, aunque nunca determinante, con el transcurso de la Segunda Guerra Mundial.