El gobierno de Arturo Illia fue un gobierno débil e inestable, con evidentes conflictos internos y externos para definir y ubicar a la Argentina en la Guerra Fría. En ella encontramos: por un lado, desarrollos de los planteos elaborados por el radicalismo durante sus primeras presidencias –donde aparece una forma de autonomismo difuso–, y sus adaptaciones de entreguerras y la última posguerra (estrategia multipolar y de no alineamiento para poder construir una estrategia autonómica); y también, alguna flexibilización del principio de no intervención –piedra angular de la relación política con Washington–, la problemática norte-sur, etcétera. Sus características más sobresalientes fueron la búsqueda del principio de seguridad económica, la integración con los vecinos, la negociación con Inglaterra por Malvinas, el tratamiento del principio de no intervención y su carácter asimétrico en la relación con los Estados Unidos.
Para ello analizaremos las creencias de los gobernantes, el sistema de toma de decisiones y la utilización y creación de recursos nacionales para que nos ayuden a comprender la política exterior argentina del gobierno de 1963 a 1966.