Toda solución de continuidad de los tejidos en comunicación con el medio exterior, recibe el nombre de herida. Si los tegumentos que recubren esos tejidos mantienen su continuidad después de haber sido traumatizados por un agente vulnerante, se trata de una contusión. Vemos pues que para poder hablar de herida es indispensable la solución de continuidad del revestimiento cutáneo-mucoso.