En la Universidad de Zaragoza se encontró que el mejor predictor del rendimiento en el primer año de la Universidad es el rendimiento previo, medido a través de notas o pruebas objetivas. La consecución de las metas educativas pasa por el desarrollo de las capacidades de aquellos a los que se dirige la oferta formativa e implica un tratamiento individual de los procesos educativos. La metodología adquiere un protagonismo especial en el desempeño de las tareas propias de la función docente. De un lado, la metodología de enseñanza y, de otro, la metodología del aprendizaje aconseja la consideración individual de los alumnos en relación a los procesos de enseñanza-aprendizaje. De este modo, la educación cumplirá la función de desarrollo individual que debe caracterizarla y estará contribuyendo a la proyección social de cada sujeto.