Las variaciones y diversidades locales y/o regionales en la implementación de la represión fueron tan significativas como la sistematicidad del accionar represivo diseñado y ejecutado desde el Estado y sus agencias. Por un lado, si la organización de la represión fue definida a escala nacional y se verificó un cierto grado de coordinación entre los comandos de las diversas zonas, por otro lado, existió una clara descentralización operativa entre los distintos circuitos represivos, en las zonas militares, subzonas y áreas, que le otorgó al ejercicio de la represión modalidades y características específicas. Este capítulo explora lo sucedido en Rosario, la ciudad cabecera de la Zona 2 y sede del Comando del II Cuerpo de Ejército, con jurisdicción sobre las provincias del centro-este y nordeste del país.