El patrimonio cultural y el turismo tienen una relación de larga data. Desde los comienzos de la actividad, los distintos elementos patrimoniales han sido el sustento de muchos destinos turísticos. Nuestro país, la Argentina, no es una excepción a esta afirmación, ya que muchos destinos basan su oferta turística en su patrimonio cultural.
Los distintos flujos migratorios que llegaron al país entre fines de siglo XIX y mediados de siglo XX han sido muy importantes para su desarrollo. El impacto de los mismos sobre la población, sobre todo en términos porcentuales, ha determinado parte de nuestra identidad y, por ende, de nuestros referentes patrimoniales.
El siguiente trabajo plantea la relación entre estos dos fenómenos para entender así la forma en la que el patrimonio cultural inmigratorio puede servir como recurso para la conformación de productos turísticos en destinos nacionales. Para esto, se establecerán tres casos de éxito en este ámbito y se indagará sobre las acciones que se han llevado a cabo para llegar a esa situación.
A su vez, el análisis también abarcará el caso ciudad de Berisso. La misma, lugar de llegada de una cantidad elevada de inmigrantes durante varias décadas, ha determinado la identidad del territorio a través del encuentro de diferentes culturas.
La ciudad cuenta con muchos elementos patrimoniales en relación a los inmigrantes, pero la mayoría no están insertos actualmente en la actividad turística. Mediante la comparación con los casos éxitos planteados, se establecerán diferencias y similitudes obteniendo así un modelo de referencia para la conformación de productos turísticos culturales en base a estos recursos.