Existe un amplio consenso sobre el carácter fundamental de los conceptos relativos a la célula y los procesos que ocurren en ella para organizar y estructurar el pensamiento y el conocimiento biológico. De igual modo, hay conformidad en el profesorado acerca de las dificultades que los estudiantes encuentran en la comprensión y aplicación de los aspectos estructurales y funcionales de las células. Así, tanto la construcción del concepto célula como la de los procesos celulares –división celular, respiración, fotosíntesis y transporte celular, entre otros requiere de variadas estrategias de enseñanza para superar su carácter complejo y abstracto, especialmente cuando se los aborda desde sus aspectos moleculares. Sin referencia visual directa, los contenidos de la biología celular y molecular incluidos en currículos de educación secundaria y universitaria ocurren en una escala y en un marco de tiempo imposible para ser visto a simple vista, por lo que profesores y estudiantes recurren a las visualizaciones científicas.