Alfredo Gangotena nació en Quito en 1904, comenzó a publicar sus primeros textos en español en los años 1917, 1918. Cinco años después -1923-1924- lo hizo en francés. Su producción en esta segunda lengua se extendió por un largo período. En 1928, logró editar su primer volumen -Orogénie-, en París por las ediciones de la NRF; en 1932, y de vuelta en Ecuador, apareció su primera obra de madurez, Absence. 1928-1930. Más tarde, en 1938, vio la luz, en Bruselas, Nuit, probablemente una de sus cumbres poéticas. Por último, en 1940, entregó el artista su único poemario en español, Tempestad secreta, obra que confirma de su parte, y en lengua materna, un talento creador y un oficio de escritura sin parangones en las letras latinoamericanas.
Situar así, cronológicamente, a un escritor y su obra puede parecer inoportuno, insuficiente y reductor. En este caso, sin embargo, las fechas resultan iluminadoras de sentido. Ellas no sólo introducen al artista en el tiempo y en el espacio, sino que además, lo determinan como un creador de su época, como el artífice de una poesía que se explica y comprende por las circunstancias histórico- sociales y cuturales en las que se gestó. La primera que se deduce del análisis de estos datos apunta al hecho de que, por su posición cronológica, Gangotena es un escritor que se sitúa, claramente, en el período de eclosión de las vanguardias poéticas en Occidente y en América Latina. Nacido, en efecto, en la primera década del siglo, su obra madura en el tercer decenio, período de vigencia vanguardista en Europa y en el Nuevo Continente. Como él, otros creadores latinoamericanos o europeos llegan en el mismo período a su madurez expresiva.