Fred Halliday (2004, 2006) señala que existen tres motores del progreso en la disciplina de las Relaciones Internacionales. En primer lugar, los debates al interior de la propia ciencia, que impulsan el intercambio teórico entre perspectivas disímiles, alcanzando acuerdos y profundizando sobre conceptualizaciones.
En segundo lugar, los acontecimientos y la realidad internacional, que fuerzan la entrada en la agenda de diferentes temáticas. La disciplina de las Relaciones Internacionales surgió luego de la Primera Guerra Mundial para dar respuesta al eterno problema de la guerra. Aún hoy el contexto internacional invita al progreso en la ciencia, como puede observarse con el terrorismo, el cambio climático o el rol de las redes sociales. Finalmente, un tercer aspecto que promueve el desarrollo de las Relaciones Internacionales son los avances en otras ciencias. Con fuertes raíces en disciplinas antecedentes como la historia o el derecho internacional, las Relaciones Internacionales se han nutrido de desarrollos en otras ciencias para procurar explicar la realidad internacional.
Un ejemplo de estas incorporaciones teóricas prestadas está dado por la utilización de las teorías de los juegos. Siendo un área específica de la matemática estas construcciones han sido recogidas por la economía para evaluar la conducta de actores racionales y sus incentivos para cooperar o no cooperar dependiendo de las ganancias previstas y las estrategias disponibles. En un sentido similar, esta temática fue abordada por las Relaciones Internacionales en un contexto de Guerra Fría para evaluar estrategias militares y carreras armamentísticas procurando determinar las posibilidades de cooperación entre la Unión Soviética y los Estados Unidos.
La simpleza lúdica del planteamiento de estos juegos resulta atractiva para realizar lecturas internacionales.
Partiendo de la premisa de que los jugadores son racionales, este artículo pretende realizar una aproximación a la vinculación entre Donald Trump, presidente de Estados Unidos, y Kim Jong-Un, líder supremo de la República Popular Democrática de Corea, desde tres juegos distintos: el juego de la gallina, el dilema del prisionero y la caza del ciervo.