La mayor riqueza de especies de peces de nuestro país, se encuentra en la cuenca del río Paraná (López et al., 2005). Esta cuenca, es la segunda en importancia en América del Sur, en cuanto a caudal y área drenada (Welcomme, 1985), y una de las primeras por la extensión y el bajo grado de alteración de los humedales de su planicie de inundación (Neiff y Malvárez, 2004). Gran parte de los paisajes de la región, están conformados por depósitos litorales originados por procesos de ingresión y regresión marina, ocurridos durante el Holoceno Medio (aproximadamente 5000 años antes del presente AP), a los que se les superponen fases fluviales y deltaicas pasadas y actuales (Iriondo y Scotta, 1979; Cavallotto et al., 2005). La región denominada Bajo Delta, se ubica en el sistema de paisaje denominado “Humedales del Delta del Río Paraná” (Benzaquén et al., 2013), el cual comprende al delta insular. Este incluye a todas las islas que tienen una morfogénesis estrictamente deltaica, y que se han formado por el continuo depósito de sedimentos aportados por los ríos Paraná y Uruguay en el Río de la Plata, proceso que continúa en la actualidad con una tasa que fue estimada en 70 m por año (Iriondo y Scotta, 1979). La porción más distal, es la llamada Frente de Avance, y su desarrollo ha tenido lugar en los últimos 110 años (Sarubbi et al., 2006).