El Delta del Paraná presenta una gran heterogeneidad ambiental. Los factores relevantes en la geomorfología de la región están relacionados a la actividad fluvial actual y a procesos de ingresión y regresión marinos ocurridos durante el Holoceno. Estas particularidades geomorfológicas, sumadas a las características climáticas y al efecto de corredor biológico de los grandes ríos que confluyen en la región, explican la gran diversidad de flora y fauna, tanto de origen templado como subtropical (Udrizar Sauthier et al., 2005). En el área convergen distintas formaciones boscosas y comunidades higrófilas típicas de las provincias fitogeográficas paranaense, pampeana y del espinal (Cabrera, 1976). Sin embargo, debido a la génesis relativamente reciente de las islas, a sus patrones de paisaje y a la escasa presencia de barreras geográficas para la dispersión de la fauna, la región casi no presenta endemismos. Por el contrario, el elenco de especies está conformado por representantes de áreas chaqueñas, paranaenses y pampeanas (Quintana et al., 2002). Actualmente los ecosistemas originales se encuentran en gran parte alterados o modificados por la acción del hombre.