La publicación en castellano de la última obra de Braudel es una invitación al examen de la síntesis que un gran historiador ha hecho de los tres siglos de historia moderna que sentaron las bases del desarrollo capitalista. Examen especialmente necesario si se tiene en cuenta que la historiografía sobre la Europa de los siglos XVI al XVIII está cruzada por los debates que trasponen sus fronteras y cobran significados diferentes desde la situación menos privilegiada de América Latina