Luego de varios intentos fallidos, al no haber conseguido el consenso para aplicar el Protocolo de Ushuaia, el pasado 5 de agosto del corriente, el Mercosur, en reunión extraordinaria de Ministros de Relaciones Exteriores de los cuatro miembros fundadores del Mercosur reunida en Sao Paulo, decidió suspender a Venezuela de participar en el bloque por considerar que en el país se produjo una “ruptura del orden democrático”.
Venezuela se encuentra aislada y sumida en una crisis política y social sin precedentes, lo que ha denotado, la imposibilidad de la diplomacia latinoamericana, especialmente del Mercosur y de la Unasur, de ensayar alguna alternativa posible de asistencia al país caribeño, sin tener que recurrir a la suspensión del país del bloque, que implicaría perjudicar en forma directa al pueblo venezolano –que ya se encuentra en una crisis humanitaria de envergadura.