Por los años de 1440, nacía en la villa de Paredes de Nava don Jorge Manrique. Cuarto hijo del caballero don Rodrigo y de su primera mujer, doña Mencía de Figueroa, puede decirse, en honor a su purísimo linaje y usando prístina expresión, que llevaba en las venas «sangre de godos». Su abolengo parte directamente de la noble y poderosa casa de los Laras; su apellido fué, en sus orígenes, nombre de pila de uno de los más destacados magnates de esa estirpe, Manrique de Lara, quien lo cubrió de gloria mediado el siglo XII. Manrique se apellidaron los hijos de este aristócrata, para honrarse y honrar la memoria del heroico padre, y casi trescientos años después, se grababa el apellido en la literatura por el castizo lenguaje de don Jorge.