Las instituciones financieras están sujetas a un conjunto de regulaciones cada vez más exigentes, lo que ejerce una gran presión sobre el personal para cumplir con cada requisito. Cumplir con los nuevos estándares no es una tarea pequeña, pero las compañías saben que el incumplimiento ya no es opción. Lograr el cumplimiento normativo se ha convertido en un enfoque diario para las instituciones financieras de todos los tamaños. El costo del incumplimiento es demasiado alto, ya sea que se trate de multas debilitantes o de ser nombrado y avergonzado, ninguna compañía quiere estar en esa situación. En consecuencia las empresas deben comprender los mayores desafíos regulatorios que enfrenta el sector financiero y tomar medidas para abordarlos.