En una economía de mercado el flujo de inversiones es orientado a través del juego de incentivos que emerge de la constelación vigente de precios relativos, impuestos y subsidios. Dentro de este marco institucional, propio de una economía mixta como la argentina, la idea de “eficiencia” y rentabilidad” no tiene un sentido inequívoco, ya que el actual sistema de precios argentino raramente refleja fielmente la escasez relativa de bienes y factores productivos. Por este motivo, cuando se habla de eficiencia y rentabilidad es necesario precisar cual es el marco referencial dentro del cual se definen ambos conceptos. Una serie importante de distorsiones, de muy diverso origen, dan lugar a desajustes más o menos amplios entre los precios de mercado de los bienes y servicios y su valuación desde el punto de vista de la economía argentina en su conjunto.