Cuando recibí la invitación para participar de este panel no dudé ni un instante, pues consideré que era una oportunidad inmejorable para compartir algunas de mis experiencias como docente investigador ciego. Característica que lejos está de una ponderación, ya que me enfrenta como discapacitado con una suerte de barrera infranqueable, compuesta de prejuicios, carencia total de infraestructura para discapacitados, desconciertos varios, etc., etc. Pero, como no he venido aquí sólo a quejarme, procuraré no aburrirlos; al tiempo de comentarles algunas ideas para ir saliendo de este atolladero al cual debo enfrentarme casi cotidianamente, para que juntos podamos encontrar soluciones colectivas que, a la postre, son no sólo las más eficaces, sino que son las más "realizables".