No hay economía moderna, actual, real, sin acero. Antiguamente la economía se basaba en las posibilidades de la naturaleza y en un gran esfuerzo humano y animal. El instrumental era escaso pero con utilización lentamente creciente de metales y especialmente de hierro. En siglo y medio el desarrollo económico ha girado alrededor de la utilización de este metal, el más común en la tierra y el que reúne hasta ahora la mejor y más económica combinación de obtención y de versatilidad, de eficiencia y de duración, de elaboración y de uso. ¿Hasta cuándo seguirá esto ocurriendo? El desarrollo técnico ha creado sustitutos más convenientes que el acero para varios destinos.