Recuperando el espíritu de lo colectivo, del reencuentro, se propuso a les estudiantes elaborar una crónica conjunta en donde cada une de elles pudieran contar las impresiones de las marchas del 23 y 24 de Marzo para poder conformar un relato coral sobre la experiencia de caminar con otres las calles, enarbolando banderas y cantos en común.
Esta invitación nace inspirada en La noche de Tlatelolco, crónica periodística de Elena Poniatowska que narra la masacre de estudiantes sucedida el 2 de octubre de 1968 en México. En este libro, la autora construye el clima político y social que llevó a la movilización, tomando testimonios orales de los protagonistas de la historia.
Les estudiantes narraron los ritos que anteceden a la marcha: el mate, la coordinación con amigues, la decisión desde dónde y con qué columnas avanzar hacia la Plaza de Mayo. Algunes fueron por primera vez. Otres, reencontraron sus cuerpos vibrando con los cantos conocidos, buscando la larga bandera con las caras de les 30 mil.