La presente investigación pretende demostrar la escasa valoración que la historia del arte argentino efectuó respecto de las representaciones artísticas de las comunidades originarias del país, lo que se evidencia desde los orígenes de la disciplina en textos tales como los efectuados por el artista y crítico Eduardo Schiaffino, a quien se puede considerar como el primer historiador del arte local.
En esta investigación se afirma que dicha invisibilización tiene sus orígenes en la mirada europeizante que caracterizó la conformación del campo artístico y que permaneció como una constante en el desarrollo práctico y teórico del mismo.
Schiaffino plasmó esta postura tanto en escritos como La evolución del gusto artístico en Buenos Aires (1910), como así también en un texto posterior que denominó La pintura y la escultura en Argentina (1933), transmitiendo en ellos la influencia evolucionista, positivista y cientificista que delineó su formación como actor de la generación del ochenta y del proyecto de modernización que esta llevó adelante.
En este escrito se demostrará que los textos producidos por el historiador carecieron de una adecuación al periodo en el que fueron realizados, puesto que, para el momento en que se narró La evolución del gusto artístico, surgió un movimiento nacionalista que modificó la manera de pensar la función del arte en el país. Esta corriente de pensamiento recuperó las tradiciones argentinas en pos de la conformación de un espíritu nacional que hiciera frente al peligro inmigratorio. El desinterés de Schiaffino sobre estas temáticas da cuenta de su pertenencia al pensamiento del siglo XIX, época de su formación.
Comprender estos orígenes de la disciplina posibilitará entender, pero no justificar, la no inclusión en las primeras historias del arte, de las producciones autóctonas, así como problematizar y recapacitar sobre el rol que los historiadores del arte en la actualidad, transcurrido ya el revisionismo histórico y los conceptos de arte ampliados, presenten sobre estas temáticas.