Con todo lo acontecido en Brasil en estos últimos meses realmente nos preguntamos ¿fue un verdadero impeachment? O ¿fue lo que muchos consideran golpe blando a la joven democracia brasileña? y, en ese caso, ¿cómo queda garantizado el voto popular con un poder legislativo que aparentemente puede destituir a un
presidente sin tener ninguna causa probada de corrupción?