El origen de este estudio fue un tema que con el nombre de "Las propiedades disolventes del agua para los metales", se incluyó en el programa de trabajo del XI° Congreso de Higiene Alimenticia de Bruselas de 1910.
Y al elegirlo como tema de mi tesis, tuve en cuenta su importancia, desde el doble punto de vista de la higiene y de la alimentación, y además por sus afinidades, con una rama nueva de las ciencias físicas, la físico-química; hoy en plena florescencia. El trabajo comprende cuatro capítulos, en el siguiente orden:
I.—Soluciones diluidas.
II.—Métodos de trabajo.
III.—Resultados.
IV.—Conclusiones.