El presente trabajo analiza las decisiones de un conjunto de editores independientes que incorporaron a sus catálogos autores emergentes y clásicos de la narrativa periodística. Para ello se abordan las estrategias de cinco editoriales argentinas: Marea (Buenos Aires); Pixel (La Plata); Recovecos (Córdoba), Baltasara y Casa Grande (Rosario). Esta aproximación a sus prácticas editoriales se inscribe en el marco del proyecto de investigación “La edición en la era de redes. Entre el artesanado y las tecnologías digitales”, radicado en la Universidad Nacional de Quilmes. Según el relevamiento realizado por este equipo de investigación, actualmente existen 426 editoriales independientes y pequeños sellos “emergentes”. Las cinco editoriales analizadas se destacan por visibilizar textos narrativos de no ficción, en cuatro ciudades de significativa producción periodística.