Lo que hay en una lágrima callada es un cortometraje de ficción inspirado en recuerdos y sueños de mi infancia.
El audiovisual se desarrolla desde el punto de vista de la protagonista, Abigail, una niña de 7 años cuya realidad y fantasía se mezclan y se vuelven indiscernibles.
Mi búsqueda apunta a construir un relato audiovisual en el que prime lo sensorial, que genere tal empatía en el espectador que le permita abrirse a una experiencia audiovisual, permitiéndose sumergirse en la ficción.
La construcción del espacio funciona como eje central en la exploración de esta forma audiovisual. En consonancia con esto, “la casa” se concibe como un personaje más y funciona de manera simbiótica con la protagonista, de modo que juntos llevan adelante la narración.