Me referiré aquí a los giros seudopronominales —en los que el pronombre (diatónicamente hablando) pierde su calidad de tal— registrados en 25 horas de grabaciones en cinta magnetofónica (diálogos libres y dirigidos, charlas o conferencias y grabaciones secretas) realizadas entre los años 1970 y 1972 a 28 hombres y 25 mujeres cultos de Santiago.