Este libro se ocupa de la represión política a cargo de los militares en la Argentina entre 1955 y 1976. Se estudian las políticas de defensa de los gobiernos constitucionales y de facto, y el abordaje contrainsurgente, es decir, para la guerra interna del Ejército. Se explora la transformación del ámbito local en un supuesto campo de batalla de la llamada guerra contra la subversión, en el que las Fuerzas Armadas debían intervenir para reprimir y exterminar al enemigo interno. El trabajo se enfoca en un grupo de leyes de excepción, así como en una serie de principios teóricos y prácticos de la doctrina del Ejército, considerando sus implicancias para una historia de la represión militar.