En inglés
Geospatial data has been used increasingly in applications far beyond the traditional mapping and engineering fields. Location-based services and location-aware data have been transforming every aspect of our lives. Both augmented reality (AR) and virtual reality (VR) systems are based on spatial data and spatial data processing, and can now analyze an individual’s field of view to provide information, such as the identification of items and their properties or recommendations of actions, and then 3D visualizations in time of location-attributed datasets, respectively. The source of data is an ever-growing set of sensors and data collection devices, each providing data with specific sensor-determined spatial, spectral and temporal resolution, and error properties. Besides mapping and Earth sciences, applications abound, ranging from autonomous vehicles to smart city implementations, human/machine collaborative manufacturing to disaster and environmental management, medical and geriatric assistive functions to defense operations and surveillance, etc. The growing amount of geospatial data, processed by new big data methods, are already driving developments and will create new applications and industries that will have major societal impact over the next decade and beyond.
En español
Los datos geoespaciales han cobrado un gran auge en diversas aplicaciones que distan de los campos tradicionales de la cartografía e ingeniería. Actualmente, los servicios basados en localización permiten detectar una ubicación actual para luego utilizar estos datos como fuente de información, lo que ha transformado cada aspecto de nuestras vidas. Los sistemas de realidad virtual y aumentada, respectivamente, se basan en la utilización de datos espaciales y sus procesamientos, donde actualmente es posible analizar el campo de visión de un individuo para proporcionar información como ser la identificación de elementos, sus propiedades o recomendaciones de posibles acciones, como así también visualizaciones en 3D del conjunto de datos atribuidos a la ubicación. Las fuentes originarias de datos están en continuo crecimiento, y cada vez son mayor la cantidad de sensores y dispositivos de recopilación de datos integrados, donde cada uno proporciona propiedades específicas de resolución espacial, espectral y temporal y sus errores asociados. Además de aplicaciones en cartografía y en Ciencias de la Tierra, otros campos han sido explorados como el de vehículos autónomos, implementaciones de ciudades inteligentes, fabricación colaborativa entre personas y maquinas, gestión ambiental y de desastres naturales, funciones de asistencia médica y geriátrica, operaciones de defensa y vigilancia, etc. El creciente volumen de datos geoespaciales procesados mediante los métodos llamados de “big data” han impulsado nuevos desarrollos, aplicaciones e industrias, que generarán un gran impacto en la sociedad durante la próxima década e incluso más allá.