En la nota dirigida por el Rectorado de la Universidad de Buenos Aires al señor Ministro de Justicia e Instrucción Pública, en fecha 14 de agosto de 1918, esa entidad declara, entre otras cosas, que: "Una existencia que pronto será centenaria ha elaborado, sean cuales fueren las influencias extranjeras, el tipo genuinamente argentino de nuestra Universidad de Buenos Aires, con sus defectos y cualidades." Harto vaga es la connotación del término "tipo genuinamente argentino" para no ser salvadora, evitando las asperezas de cualquier crítica. ¿Es que nosotros tenemos un tipo de Universidad? El documento no sólo lo afirma sino insiste en ello: "es prudente -agrega- no renunciar a la propia originalidad para aceptar instituciones de otros países por mucho que parezcan autorizarlo una mayor cultura y una mejor organización de los servicios públicos y tratar en cambio de desenvolver y sacar el mayor provecho de lo que espontáneamente ha nacido y se ha desarrollado en la misma".