Es concepto hecho entre los que se dedican a estudios históricos americanos, que el deán don Gregorio Funes, autor del Ensayo de la Historia civil de Buenos Aires, Tucumán y Paraguay, no fue cabalmente honrado en su vida literaria. El cargo, lejos de ser nuevo, tiene larga data, y nos viene de la época misma de su actuación pre y post-revolucionaria. Aludiendo al personaje, un informador anónimo y secreto, que actuó alrededor de 1817, apodole resueltamente plagiario, y tal descalificación moral fue aceptada, casi sin protesta, hasta por su mismo apologista Sarmiento, quien a manera de defensa, se redujo a justificar, por razones de medio y de momento histórico, la cleptomanía consuetudinaria del deán.