A principios del corriente año, en una entrevista periodística, el renombrado politólogo italiano Giovanni Sartori se refirió al impacto en suelo europeo del extremismo fundamentalista islámico sentenciando que el Viejo Continente se hallaba inmerso en una guerra de nuevo tipo. En sus propias palabras: “vivimos una guerra terrorista, global, tecnológica y religiosa”. Más allá de la coincidencia, o no, con apreciaciones tan alarmantes, lo que se evidencia es un empleo no convencional del concepto guerra, alejado de sus lecturas tradicionales.