Las formas del conocimiento que ha distinguido Platón: ciencia, opinión y razonamiento discursivo, son absolutamente independientes las unas de las otras; es decir, son formas irreductibles. No hay entre sus distintas esferas un paso inmediato. Lo que las distingue no es una diferencia de grados sino de naturaleza. Cada una se da por separado, con total independencia. A cada acto cognoscitivo corresponde un objeto peculiar, adecuado a cada una de estas formas solamente. El conocimiento supone siempre un obj’eto. Sólo se conoce lo que es de alguna manera, sea cual fuere esta manera de ser. Existe lo que es en forma absoluta, lo que es idéntico a sí mismo, inmutable, puro y sin mezcla, y que sólo es cognoscible en una forma absoluta. La que no existe de ninguna manera, no es cognoscible de ninguna manera (Rep. V, 477 a): es ausencia de conocimiento; es la absoluta ignorancia.