Por la amplitud de su horizonte, se ha convertido la crítica en un ejercicio atrayente para muchos espíritus curiosos y reflexivos. Un mismo autor puede ser analizado en diversos aspectos, según las preferencias de los que se deciden a encarar cualquiera de ellos, prescindiendo de los otros. Con don Ramón del Valle Inclán el caso es más singular. Ese estudio puede realizarse, únicamente, sobre un solo plano: el estético, y desde un exclusivo punto de vista: su ideal artístico. Pertenece a la línea literaria iniciada con los gestores de la teoría del “arte por el arte”, cuyos cánones expuso Sainte-Beuve en 1828, y que pasando por románticos, parnasianos y simbolistas, alcanza hasta los modernos cultores de la prosa poética.