La región analizada en este trabajo está compuesta principalmente por países del Cáucaso como de Asia Central. Azerbaiyán, Irán, Turkmenistán, Kazajstán y Rusia son los Estados con litoral en el Mar Caspio, una masa de agua encerrada entre éstos con una superficie de 371,000 km², que mide 1.210 km de norte a sur y de 210 km a 436 km en dirección este‐oeste. Junto con Rusia, tres países vecinos tienen capacidades nucleares: India, China y Pakistán; a su vez que dos de ellos comparten fronteras con Turquía, país miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y no menos importante es la presencia de un vecino como Irán, de conocidas tensiones con occidente.
Los países involucrados se debaten entre sus intereses nacionales y la presión ejercida por los poderes regionales y extra‐regionales (Rusia, Turquía, Irán, Estados Unidos) que intentan mantener antiguas esferas de influencia política y económica, en parte mediante el impulso de sistemas de defensa colectivos a través de los cuales pretenden asegurar y proteger determinados corredores regionales por donde circulan millones de toneladas de petróleo al año.
El trabajo está centrado en la rivalidad estratégica que existe en la región entre Estados Unidos y Rusia por la pugna entre los sistemas de defensa colectivos que ambos impulsan; esto es, la OTAN y la Organización del Tratado de la Seguridad Colectiva (O.T.S.C.). No será analizada en este artículo, pero existe además una rivalidad económica, donde la complejidad está dada por la diversidad de actores e intereses que se encuentran imbricados en la cuestión de las rutas de transporte para el gas y el petróleo que atraviesan la región, tanto por la pugna entre los Estados y los consorcios petroleros por la elección de las rutas como el consecuente incremento de poder que podría acarrear para el país por el cual el oleoducto o gasoducto circule, tanto en términos estratégico‐militares como económicos.