Actualmente el sistema‐mundo está en vías hacia una multipolaridad de fuerzas, dentro de las que se aprecia un violento y descendente poder de EUA, a la vez que otras potencias como Rusia y China, de un tiempo a esta parte, han comenzado su ascenso global. En dicho contexto, América del Sur está siendo parte de estas nuevas relaciones, a la par del proceso autonómico que vive la región en razón de desligarse de las ataduras políticas que la configuraban como la zona de influencia natural de EUA. Esto último, a partir del nuevo siglo, donde mientras la Guerra contra el Terrorismo emprendida por EUA dejó en un plano muy secundario a la relación con América del Sur, también comenzó en la región un proceso político tendiente hacia la integración suramericana, que ha visto en la UNASUR el eje aglutinante.