Aunque se trata del vigesimoquinto rebrote del virus del Ébola, de acuerdo a los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) estamos frente a la versión más mortal de la enfermedad. Mientras que los brotes anteriores sumaron algo más de 1500 defunciones totales, actualmente hay registrados por encima de 3000 muertos en África Occidental y el virus no parece poder ser contenido; a punto tal que hace unos días se detectaron los primeros casos en Estados Unidos. De allí que la preocupación haya dejado de estar centrada en el continente africano para volverse global, en especial teniendo en cuenta que la OMS estima que para el mes que viene habrá unos 20 mil infectados en todo el planeta.
En este sentido, más allá de las características específicas de la epidemia, es necesario destacar el impacto que su aparición ha tenido en un mundo totalmente globalizado, donde la interdependencia es tan profunda que parece imposible ponerse a salvo.