Cuando planteamos la idea de crear un medio alternativo, lo pensamos en dos sentidos. Por un lado, teniendo en cuenta el formato de la revista, ya que sería alternativo al de los medios existentes, pues no registramos uno que contuviera distintos formatos atendiendo así la necesidad de igual acceso a todos los usuarios, y en nuestro caso, al lenguaje escrito le incorporaríamos el sonoro, y más adelante, el de señas. Y por otro, con respecto a las notas que realizaríamos, porque la información que deseábamos tratar no se encontraba en la mayoría de los medios de comunicación.