Mi maestro y amigo Ribot, que me enseñó psicología patológica, veía con razón en ella la fuente principal de nuestros conocimientos psicológicos. Las experiencias psicológicas o psicofisiológicas que no podríamos tentar sobre el vivo, decía Ribot, las realiza la naturaleza con la enfermedad, y nosotros no tenemos más que aprovechar para la psicología patológica estas experimentaciones naturales.
El método está fundado, además, en un principio de Claudio Bernard: entre lo morboso y lo normal no hay más que diferencias de grado, y el mecanismo normal puede aclararse mediante el estudio del mecanismo mórbido.
Trataré de introducir cierta precisión y algunas ampliaciones en esta concepción bastante difundida.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)