Prefiéranse o no las cartas a sus demáss producciones literarias, es evidente la predilección de Courier por el molde epistolar, al que ajustó tan a menudo su pensamiento.
Ningún otro literato ha demostrado más abundantemente que él, la flexibilidad ilimitada que Lanson atribuye al género epistolar. Algunas de sus misivas son panfletos literarios (Lettres à M. Renouard y a M.M. de l' Académie des Inacriptions); otras (Lettres au rédacteur du "Censeur", Au rédacteur du "Constitutionnel", etc.), composiciones de índole política en que las apariencias epistolares resultan casi siempre arbitrarias; finalmente, las más de ellas, aunque de espíritu y asunto sumamente diversos, han sido efectivamente escritas por Courier a corresponsales suyos y son las que figuran en las ediciones de este autor con las siguientes designaciones colectivas: Lettres inédites écrites de France et d'Italie y Correspondance.
Para mayor claridad, creemos conveniente dividir en cartas públicas y privadas la correspondencia de Courier.