Benedetto Croce es el representante más conspicuo de la filosofía italiana contemporánea y uno de los pensadores europeos que más se destacan por su férrea disciplina mental y por su originalidad en la presentación y solución de nuevos problemas.
Su idealismo, emanado de un profundo sentido histórico, quiere, ligándose a la tradición filosófica humana, revivir la vida del pensamiento italiano: uno de sus méritos consiste, precisamente, en haber dado a conocer a Vico como un precursor de Hegel, como un refutador de Descartes y cmo el descubridor de la ciencia estética. En esta universalidad de su pensamiento y en esa afirmación de la individualidad de su filosofía, descansa uno de los básicos principios de la sólida doctrina crociana, como afirmación de que la verdadera universalidad es la que se individualiza eternamente. "Hegeliano di Nápoli", como él irónicamente se llama, su pensamiento tiene el calor y el chispazo de ese risueño pedazo de tierra italiana y la contextura tan alabada, por lo firme, austera, sólida y prudeneial, de un Hegel o Vico.