Habitualmente, el intercambio epistolar entre Jefes y Jefas de Estado y de Gobierno, suele tener un tono cordial, plagado de formalidades. Esta carta a la que me referiré no escapa a la regla. Sin embargo, la particularidad de la misma radica en que, mientras la mayoría de los textos de este tipo suelen ser respetuosos del Derecho Internacional -o, por lo menos, cuidan las apariencias,- este escrito no guarda ese respeto ni intenta aparentar hacerlo.
Si bien cualquier persona conocedora del conflicto saharaui ya sabrá de qué habla este trabajo, es necesario mencionar, desde el comienzo, que la carta de marras es la que el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, dirigió al rey de Marruecos, Mohamed VI, en marzo de este año, en la que afirma que la mejor solución para el conflicto es ceder a Marruecos la soberanía sobre el territorio del Sáhara Occidental.
Cabe aclarar que este trabajo no tiene como fin -por razones de extensión- analizar las causas que llevaron a Sánchez a enviar esta misiva sino mostrar cuál fue la reacción a la misma desde las voces más destacadas del Derecho Internacional.