Hace menos de medio siglo que se inició en la poesía mexicana una corriente de renovación. La seriedad de aquel movimiento es algo indiscutible, por cuanto no se limitó a reaccionar contra lo tradicional y preestablecido, sino que dejó de un golpe la puerta franca a la evolución lírica, descubrió orientaciones no sospechadas y fundó lo que aún dura en el sentido de un concepto artístico más actual, más cercano a las inquietudes del momento.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)