La incorporación del voto electrónico en las sociedades democráticas presenta grandes controversias y discusiones entre los ciudadanos. La mayor resistencia para su implementación pasa por la desconfianza de la sociedad en tales sistemas, debido a las experiencias poco exitosas con las que los usuarios han tenido contacto en diversos lugares en elecciones recientes. Resulta claro que el problema de fondo radica en la confianza de la sociedad sobre el sistema que se usa, por lo que construir sistemas seguros y demostrar la solidez de los mismos, es el principal desafío de investigación de este proyecto.
En 2016 se presentó el modelo inicial de datos de un sistema de voto electrónico denominado OTP-Vote que asegura anonimato incondicional y seguridad computacional que puede llevarse a cualquier nivel exigible. El trabajo expone un modelado básico de los datos de los votos. Para lograr la implementación efectiva del sistema se torna necesario especificar un conjunto de aspectos de gran importancia que quedaron planteados como supuestos en el modelo inicial y que deben aportar las condiciones de seguridad para lograr un sistema de voto electrónico implementable y robusto. Se presentan a continuación los avances realizados en pos de la especificación integral del sistema.